Vicente Betoret

Comencé mi andadura en el PP con apenas 18 años, con la firme convicción de contribuir a la transformación de mi provincia, Valencia, de la Comunidad y de una España que avanzaba hacia una democracia cada vez más consolidada. Convencido de la necesidad de formar parte del cambio, compaginé mi vocación de servicio público con mi formación en Derecho en la Universidad de Valencia y ejercí como abogado durante una apasionante etapa de mi vida, etapa durante la cual desarrollé mi carrera profesional en el sector privado. Con la mirada puesta siempre en trabajar en una hoja de ruta que hiciera de los derechos y la libertad una bandera, centré mis esfuerzos en otra de mis pasiones, mi pueblo natal, Vilamarxant.

El municipalismo es el leit motiv de cualquier acción política, es la clave de bóveda que mueve y conmueve a cualquier ideología, motivo por el cual decidí optar a la alcaldía de mi municipio en 1999, convirtiéndome en alcalde con tan solo 26 años.

Fueron cuatro legislaturas intensas, 16 años de pasión, entrega y esfuerzo. La mejor escuela.

Pero la política tiene muchos caminos, tantos como maneras de servir a los ciudadanos. Así, en 2007 me convertí en diputado autonómico (y portavoz adjunto), la casa de todos los valencianos, un honor, trabajar en la VII, VIII y IX Legislatura para hacer de esta Comunidad una referencia en el mundo. Para construir una sociedad solidaria, abierta, potente, convencida y distinta, con su idiosincrasia y su fuerza.

Pero no podemos olvidar una cosa. Como todos los que formamos parte del PP, toda nuestra acción de gobierno o de oposición está hilvanada con el hilo de un proyecto democrático, distinto, estable, serio y eficaz que tiene personalidad propia. Por eso, es fundamental mi etapa en el partido. En 2004 pasé a ser secretario general del Partido Popular de la provincia de Valencia, y desde 2015 ostento el privilegio de ser el presidente de una provincia ambiciosa, de representar a 266 alcaldes y portavoces que se levantan todos los días para que la provincia de Valencia, mi provincia, sea lo que hoy es, una referencia dentro y fuera de España. Y por ello, seguiré trabajando todos los días. Por que “todas las grandes cosas son simples, y muchas se pueden expresar con una simple palabra: libertad, justicia, deber, esperanza”.